Hidroterapia

La hidroterapia o curación por el agua, se consigue mediante la práctica de ejercicios y movilización de articulaciones específicas, mientras el cuerpo está inmerso en agua templada. El agua es precisamente un vehículo idóneo para suministrar tanto calor como frío. Al comunicar energía calorífica, se produce una triple reacción: Nerviosa, circulatoria y térmica. El agua es un importante revitalizante, permite intervenir con eficacia ante enfermedades y trastornos, evitando los nocivos efectos secundarios de los fármacos.

Según sea el origen del agua podemos darle diferentes nombres a la actividad:

 

Hidroterapia: actividades en agua dulce

Crenología, balneoterapia: aguas de manantial o termales

Talasoterapia: agua salada

A su vez hay diferentes técnicas que se pueden utilizar:

*La movilización

*La gimnasia bajo el agua

*Las duchas generales (a temperaturas diversas)

*Las duchas locales de chorro o de lluvia (a presiones diversas)

*Los baños alternados: caliente- frío

*La termoterapia por saunas
*Baños turcos, de vapor
*La natación

Objetivos y beneficios de la rehabilitación en el agua

El objetivo fundamental de esta técnica es complementar el tratamiento indicado en la kinesiología.

En el agua, se produce la liberación del peso del cuerpo, debido a la acción de la flotación.

La presión hidrostática, otorga beneficios; la Tº cálida genera la sensación de  placer  solamente por estar sumergido. Es preciso mencionar, que el agua a diferentes temperaturas, produce efectos variados: el agua muy caliente (más de 34ºC) produce vasodilatación periférica, disminuye el estrés, relaja el organismo y aumenta las defensas; por otro lado, el agua fría (menos de 26ºC), aumenta las funciones metabólicas, reduce inflamaciones agudas, tiene un efecto vigorizante.

El agua permite sostener en el tiempo estos tratamientos, que de otro modo serían muy tediosos. Gracias al componente lúdico que se le puede  aplicar, que sin perder  el objetivo, motiva a los pacientes.

Acortar los tiempos del tratamiento, gracias a la posibilidad de aumentar la intensidad del  trabajo y así poder prevenir muchas veces patologías asociadas.

Esta técnica ha sido usada terapéuticamente en pacientes con variedad de diagnósticos, los que sufren diferentes desórdenes traumatológicos, neurológicos, reumatológicos, respiratorios, entre otros.
Algunas patologías específicas:
• Discapacidades físicas y motoras.
• Autismo.
• Asma. Disfunciones unciones respiratorias, pecho hundido.
• Molestias musculares y articulares: dorsalgias, lumbalgias, cervicalgias, pubalgias.
• Patologías vertebrales como, hernias de disco, escoliosis, cifosis hiperlordosis, espóndilolistesis.
• Osteoporosis.
• Enfermedades cardiacas de bajo riesgo.
• Enfermedades circulatorias, edemas.
• Obesidad y diabetes.
• Patologías del hombro.
• Reumatismo.
• Pre y post quirúrgicos: rodillas, ligamento cruzado, meniscos, reemplazo de rodilla, cadera. Post quirúrgicos de hombro, tobillo, mano, cadera. Escoliosis, Fracturas. 
• Neurológicos: hemiplejías, paraplejías, parálisis braquial.
• Estimulación: psicomotricidad, estimulación temprana, matronatación. 
• Traumatismos: fracturas, esguinces.
• Secuelas de traumatismos, fracturas, esguinces, luxaciones posquirúrgicas.
• Lesiones deportivas.

Esta técnica, requiere de algunos materiales básicos:
Pileta climatizada con agua a 32 grados.
Material terapéutico específico: cinturones de flotación, gomas, tablas, aros, pesas acuáticas, manoplas, trapecios etc..

Las propiedades terapéuticas generales del agua nos permiten sentar la base en el tratamiento de las alteraciones de los pacientes.

Dinámica, a través de grifos a presión se incrementa la presión se incrementa también en el organismo el retorno venoso y ejercemos un efecto relajante sobre el paciente
Mecánica, a través de masajes se incrementa la temperatura del cuerpo

Química, por medio de la adición en el agua de otros componentes.